Pincelando el alma Frente al espejo, para completar la farsa, danza solitaria el reflejo para proyectar un escalofrío de plata, sacudimiento gentil en el alma, ¿Tendré alma? o en el espíritu ¿tendré espíritu? resbaloso el camino y de aguarras el aroma para dañar la transparencia de mi ventana. como me vendo como me muero como sudo como invento como dibujo de colores mi alma. Con la paciencia del anzuelo, pincelo de destellos escarlatas y matices nacarados en los contornos. de su forma son responsables las estrellas y el duende del zafiro. No se asemeja a la forma de mi cuerpo ni ensambla en su límite que es mi sueño. Mi alma o mi espíritu tiene la forma del agua traviesa; no se aquieta ni transgrede umbrales: respeta la percha. Es humedad de trópico, tus labios, tras los portales; dimensión exacta para supurar anhelo. ¿dónde los emplastos para dibujar los ojos a mi alma? pues si no ve es en blanco y negro o en sepia el aullido de la alborada. ¿Estará de acuerdo mi espíritu con lo que prefieren mis oídos? O se conformará con el mullido silencio de la cripta? No creo que discreparía mucho con el espíritu que habita mi cuerpo o el fantasma que solo espera estallen mis carnes para deambular jubiloso. ¿Tendrá algo que ver mi alma para bien o para mal con las visitaciones de la melancolía y el perfume del mar ? En tanto utilizo la espátula para despejar ansiedades rojas de las fisuras del alma. El toque preciso sólo una inhalada diciendo sin soltar el aire: "El ábaco tenía razón" y lanzar después una rueda de humo al cuerno de la luna. Sin embargo me vendo me muero me sudo me invento me dibujo con los ojos enrojecidos por la sativica por la indica, cruzo umbrales, me rozo con jactanciosos, reparadores de rutinas, ensambladores de mentiras. En medio de este caos continuo batiendo las pinturas preparando los óleos para terminar de colorear mi espíritu antes de que se emplaste, ya seco, como una línea más al horizonte. Waldo López (c) 1994